Caminando (Libre)

¿Qué hacía yo en Walt Disney Studios? Ni siquiera mi cerebro lo sabía; pero ya que estaba en Los Ángeles, tenía que observar detenidamente TODO lo que había allí. A ver, yo era británico; aun no me había acostumbrado al calor de Los Ángeles, y presentía que nunca me iba a acostumbrar. Suspiré pesadamente mientras abría la puerta que te introducía al jardín de Walt Disney y nada era como lo que volaba en mi imaginación. Me imaginaba millones de fotografías del famoso Mickey Mouse, pero tan solo había una y en pequeño. Los niños se iban a decepcionar al ver todo aquello. ¡Eso debería ser el paraíso para los mas pequeños! Pero no, era como una entrada a unos estudios más.

Volteé para percatarme de que ningún guardia de seguridad me hubiese visto. Por la noche los guardias estaban más atentos que de costumbre. Vale que era uno de los integrantes de McFly; pero eso no me daba ningún derecho de colarme en los estudios de Walt Disney, que por cierto... corría el rumor de que estaba congelado, no? Blah, eso a quien le importaba en aquellos momentos? Tan solo me interesaba cotillear un poco todo aquello, descubrir como trabajaban los pequeños Disney's.

Continué concentrado en colocar cada pie bien en su sitio para no caerme al suelo. ¿Por qué tenía que ir a ver Walt Disney Studios por la noche? Ni yo me entendía... De repente, escuché como alguien comenzaba a hablarme. Inmediatamente me detuve y me pegué contra la reja. Yo tenía una teoría; se ve a la gente que esta en movimiento, y yo en esos momentos no lo estaba. Noté que la voz era femenina, e intentaba transmitir un poco de dulzura; deduje que para no asustarme. Me señaló preguntándome si necesitaba ayuda. ¿Que si necesitaba ayuda? Me estaba colando en Walt Disney Studios, a lo mejor lo que necesitaba era un abogado. Nah Poynter, no te emparanoies.

Vi como la chica, que al parecer era baja de estatura; miraba hacia ambos lados, cosa que me permitió hacer que saltase la reja, pero que aún me quedase colgado. No sabía porqué pero presentía que esa chica me seguía mirando. En cualquier momento la veía capaz de comenzar a chillar "¡Seguridad, seguridad!". Notaba como se acercaba; y cuando me preguntó si estaba bien, me volví a aferrar a la reja esperando a que no estuviese demasiado cerca. Por favor, por favor, que no me reconociera. Tarde, cuando dijo mi nombre inmediatamente me quedé blanco como la leche y los brazos me fallaron haciendo que cayera al suelo.
-¡Mierda! -exclamé ya que la caída no había sido ni planeada, ni perfecta; me había hecho daño. Puse una mueca de dolor y alcé la cabeza en busca de la cara que había hecho que me cayese. Inmediatamente quité la mueca. ¿Hayley? El corazón comenzó a latirme fuertemente; sin saber un motivo concreto. Sentía que si abría la boca, no sabría que decir -¿Que-que ha-haces aquí? -arrastré las palabras torpemente notando como poco a poco la sangre subía hasta mi cabeza. Me levanté rápidamente y quedé enfrente de ella. Madre mía que ridículo...